Todos los días recibo curiosidades, no pocas anónimas. No pocas veces me han reprochado mi amistad (a veces personal, a veces intelectual) con X o Z. (X y Z han sido, con frecuencia, Eduardo Galeano y Noam Chomsky). No puedo decir que esos correos me molesten; después de dos décadas de respetables críticas e insultos esporádicos, mi capacidad de indiferencia ha tomado dimensiones alarmantes. A veces se lo atribuyo a la edad, pero sin duda la experiencia tiene que ver algo con todo eso.
Ahora, considerando que no soy un político y que nunca recibí ni hice «favores especiales» de esos, creo que no se me pude acusar de otra cosa que de agradecimiento. La profusa correspondencia que guardo de ambos (como de tantos otros amigos, correspondencia que seguramente desaparecerá conmigo) ya de por si sola significa un tesoro invaluable para mi.
Entonces, pues, claro que estoy orgulloso de mis amigos. Faltaba más.
Jorge Majfud’s books at Amazon>>