Siempre es recomendable la autocrítica. El único problema es que, desde finales del siglo XIX, la izquierda (es decir, las opciones alternativas al poder real) nunca ha parado de hacer autocrítica hasta en política partidaria, donde, si de algo sirve, es para perder elecciones.
La derecha, en cambio, mucho más elemental y estratégica, por lo general, sigue el principio de la unión de la cosa nostra y de los grandes capitales y, en lo discursivo, aplica, desde siempre el manual de la CIA: «no importa si te descubren mintiendo; debes negarlo a cualquier precio y ante cualquier evidencia«.
jorge majfud, mayo 2023
