Recetas viejas; renovados fracasos

Ministra de Seguridad de la Nación argentina, Patricia Bullrich: “El Plan Bandera va a liberar a Rosario de los narcos y a ponerlos de rodillas de una vez y para siempre”.

Sra. Bullrich:

La historia indica que la “guerra contra el narcotráfico”, desde Nixon hasta el México actual, pasando por G. W. Bush, nunca funcionó. Por el contrario, dejaron más muertos y acrecentaron el poder de las mafias de los carteles, sobre todo luego de un tiempo, con la corrupción masiva de los mismos “combatientes contra el narcotráfico”.

Claro que si Argentina hubiese aprendido algo de la historia ustedes tampoco estarían en el gobierno otra vez.

Nada nuevo. El triunfo en las últimas elecciones presidenciales y el golpe artero a las necesidades más básicas de millones de ciudadanos no les ha calmado la necesidad patológica de vender el Paraíso en base a creencias inoculadas por repetición. Todo lo contrario. Continúan ejerciendo el mismo optimismo del vendedor de preservativos recauchutados. Las mismas afirmaciones absolutistas («ponerlos de rodillas de una vez y para siempre«), las mismas vanas promesas. Las mismas excusas de las políticas neoliberales que, en nombre de la libertad, siempre recurren a la represión, a la militarización de la policía, a la intervención de los ejércitos en las sociedades… En fin, la vieja fórmula de saqueo de las sociedades: primero la violencia social y moral; luego la violencia policial. 

Los asesores de Nixon que inventaron la Guerra contra las drogas reconocieron más tarde que se había tratado de una coartada para criminalizar negros y latinos y a los incómodos hippies que protestaban contra la Guerra en Vietnam. La maldad tiene muchos recursos, algunos contradictorios, pero en su raíz es siempre muy consistente.

La tendencia a confundir deseo con realidad es universal, pero sólo los políticos sin escrúpulos y las corporaciones que los compran se benefician de esa debilidad ancestral. El resto, tarde o temprano, la sufre como borracho con resaca.

Por supuesto que hay soluciones mejores: la reducción de las crecientes y obscenas brechas económicas y sociales es la primera. Está harto demostrado que es ésta, sobre todo en las sociedades capitalista-consumistas (Postcapitalistas) de nuestro tiempo, la mayor fábrica de violencia de todo tipo. Pero ¿quién se atreve a reducir la concentración de capitales y de poder mediático cuando una gran parte del poder político depende de sus donaciones o temen sus represalias?

jorge majfud . december 2023

2 comentarios en “Recetas viejas; renovados fracasos

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