Igual que lo hizo con Operation Mockingbird, la CIA continúa invirtiendo cientos de millones de dólares (de hecho, su presupuesto se multiplicó) para promocionar su propia ideología a través de gente con cero (0) preparación y que no sabe de dónde procede su popularidad.
Ahora no son libros; son youtubers, raperos y twitteros. Es más que comprensible. ¿Quién lee un libro serio hoy en día? Una minoría, y los números mandan. Ni siquiera son tweets promocionados (muchos tenemos prohibido hacerlo; no es importante, pero es significativo). Son fragmentos, clichés escritos durante la Guerra Fría, videos sin sustento intelectual, pero promovidos por millones de dólares.
PD. Sí, señores, ustedes saben bien de qué hablo. Saben que no pueden ni comprar ni intimidar a todos. Que hay gente rara que que no se dobla a sus amenazas. Lo saben. Pues, yo también lo sé.
JM, febrero 2023.