El complejo de Orfeo
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Si el presidente o el primer ministro de un poderoso país
arrasa una horrible ciudad con alas de fuego
para salvar la vida y la civilización
para liberar a la victimas
y castigar a los fanáticos
Si el presidente o el primer ministro de un poderoso país
masacra a su pueblo o a un pueblo ajeno
para salvar el orden del caos invasor
para defenderse del ataque artero
de los que comen basura
podrá ser llamado héroe, hermano, o padre salvador
podrá ser maldecido por malditos de poca fe
podrá ser castigado con chorros de tinta
pero nunca dejará de ser
el presidente o el primer ministro de un poderoso país
No por masacrar horribles bestias de siete años
el presidente o el primer ministro de un poderoso país
perderá su puesto ni acortará sus días
en la profesión de administrar el poder de los demás
en la costumbre de secuestrar la opinión ajena
Pero si se descubre, ¡ay, si se descubre!
que el presidente o el primer ministro de un poderoso país
pronunció palabras ofensivas o denigrantes
contra la raza azul o la etnia amarilla,
contra el sexo derecho o el sexo izquierdo
contra la religión de las víctimas o la superstición de los pobres,
o hizo el amor en otro lugar o por el lado equivocado
el presidente o el primer ministro de un poderoso país
renunciará honorablemente a su cargo
para no ser expulsado del grupo de los poetas de dios
para que dios no se ofenda con un verso mal contado
para salvar la moral de todo un pueblo civilizado
Porque el presidente o el primer ministro de un poderoso país
puede salvar o arruinar su carrera por lo que dice,
no por lo que hace.
El presidente o el primer ministro de un poderoso país
nunca dejará de ser el presidente o el primer ministro de un poderoso país
por el numero con ceros de horribles muertos de siete años.
Horribles hombres y mujeres abortados a los siete años
Seres deformes sin cabezas y sin piernas, sin sueños, insensibles, inexistentes
que el presidente o el primer ministro de un poderoso país
decidió suprimir sin querer, porque era necesario
porque la vida siempre está primero
para seguir siendo el presidente o el primer ministro de un poderoso país
para seguir siendo el poeta maldito
que cuida esas palabras
que cuidan los hechos
que protegen la vida, el derecho y la civilización de los hombres
amenazados por aquellos otros horribles hombres y mujeres de siete años
sin cabezas, sin piernas y mirando sin mirar
mirando sin mirar
la mano salvadora y justiciera
el verbo que se hace luz y crea el mundo y protege a sus dueños
a través de los versos que como salmos repiten los verdaderos fieles
del presidente o del primer ministro de un poderoso país
Jorge Majfud
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[…] Orfeo. […]
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