Mujer: «Espalda mojada»
Hombre I: «¿Qué más?»
Mujer: «Ustedes son violadores y asesinos… Deme mi maldito cambio… Yo soy rica y tú eres pobre, esa es la diferencia»
Hombre II: «Tú también eres pobre»
Mujer (dirigiéndose al hombre): «…eres una puta»
Luego de descubrir que fue expuesta en las redes sociales, comenzó la clásica perorata de los clasistas y racistas:
Mujer: «Reaccioné así porque me tocó el trasero… En mi familia también son inmigrantes. He vivido rodeada de mexicanos toda mi vida [a juzgar por el idioma que hablaban, los trabajadores del estacionamiento no eran mexicanos]. Yo soy la persona menos racista que pueda existir».
Esta historia que puede ser tomada con frivolidad, es sólo una ilustración de un síntoma repetitivo: el odio racial y de clase social explota apenas se abre una válvula y luego, con la misma cobardía que los caracteriza, se victimizan y se describen a sí mismos como todo lo contrario, estilo Donald Trump: «Yo soy la persona menos racista del mundo».
Jorge Majfud, enero 2025
https://twitter.com/majfud/status/1884955824143077413

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