Vivimos en un mundo de oxímoron.
Los trabajadores son vagos, parásitos que viven del éxito de los exitosos inversores.
Los pequeños empresarios que viven y trabajan cada día con modestos asalariados se sienten parte del club de Elon Musk y Jeff Bezos.
Los asalariados y quienes no pueden vivir de sus capitales se definen como capitalistas.
Quienes vienen con ideas incómodas son resentidos sociales y quienes los insultan son gente de bien.
Se creen dueños de países y, como cualquier hacendado del siglo XIX, se creen con el derecho a decidir dónde debes vivir según tus ideas, en qué barrio, en qué país…
Porque la mediocridad no tiene sexo, raza, nacionalidad, clase social y, mucho menos, ideas.
Jorge Majfud, Oct 2024

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