El conocido juego neoliberal que provocó diferentes crisis de servicios básicos, como el agua en América Latina, África y Asia también llegó al «Primer Mundo», donde la raza superior sabe cómo hacer las cosas.

Según la poderosa publicación liberal The Economist de esta semana, la catástrofe de la privatización del agua en Gran Bretaña hace 30 años no se debió a la privatización sino a la falta de regulación del Estado: “la privatización de los servicios públicos de agua en Inglaterra y Gales, hace más de 30 años, ahora parece una estafa. Las firmas de capital privado han endeudado a algunas compañías de agua. Eso ayudó a impulsar sus ganancias, pero los dejó financieramente frágiles. Mientras muchos gerentes se besaban como bandidos, las aguas residuales sin tratar se vertían en ríos y en playas. Las empresas, en particular Thames Water, ahora se ven como la cara inaceptable de las privatizaciones de servicios públicos de Gran Bretaña. Los críticos, respaldados por votantes de izquierda y derecha, piden una renacionalización… Después del desastre del agua, los consumidores terminarán pagando más, no por culpa de los CEOs sin escrúpulos de las compañías de agua, sino por Ofwat, el regulador débil y desacertado de la industria”.

Liberales.

jorge majfud julio 2023