La nueva (psudo)izquierda cobarde de Uruguay

Compañeros de ruta. Mientras trabajo para mis cursos y exploro más para mi próximo libro, voy como puedo revisando mensajes―algo que no me molesta sino lo contrario; mi único problema es el tiempo. Tengo los correos (mi correo personal, el de la universidad, los correos de Twitter, WApp y no mucho más) llenos de mensajes de Uruguay. No puedo contestar todos, así que aquí va un intento general:

Con la excepción de algunos ministros, senadores, representantes y militantes hoy en el gobierno de Uruguay (amigos en los cuales confío en base a las pruebas que me proveen cada vez que es necesario y que puedo verificar), todo ha sido, por el momento, una sorpresiva decepción, sobre todo en política internacional.

O hay un cambio radical en el actual gobierno o habrá que esperar otros cinco años para que la izquierda vuelva a ser la izquierda uruguaya. Remontar será más difcil que la carga de Sísifo. Aparte, son cinco años, toda una vida!

Es muy desmoralizador, porque el partido de los de arriba, con sus simplificaciones y sus poderosos medios de difusión y propaganda, siempre tendrán las de ganar―al menos mientras este orden mundial, violento y anacrónico, no se termine de colapsar.

Algo que es absolutamente inevitable.

jorge majfud, junio 2025.

El lobo y las ovejas

Ni una sola mención de la prensa oligárquica latinoamericana, europea y estadounidense sobre los reclamos fundados de fraude en las elecciones de Ecuador (estado de sitio, militarización, prohibición de fotografías de papeletas, menos votos de la oposición en el ballotage que en la primera vuelta, algo inaudito para la historia de las elecciones, etc).

En el caso de Venezuela ya habían acusado fraude pocas horas después de los resultados. Aunque la realidad política de Uruguay es bastante difernte a la de Ecuador, debemos insistir que el problema comunicacional es crítico tanto en uno como en el otro, con diferente grado de gravedad.

Suena muy bien cuando el presidente uruguayo Yamandú Orsi habla de «Hacer y no hablar», pero es un viejo error de la izquierda en un contexto copado por la propaganda y la extorsión oligárquica. Ya sé, estoy en minoría sobre esta insistencia. Minoría incluso en los movimientos populares de América latina. Pero también sé que todo cambia.

jorge majfud, abril 14, 2025