¿Qué dirá la historia de las rémoras?

El comité del Premio Nobel d ela Paz acaba de publicar el siguiente texto, acompañado de una fotografía de la última galardonada, la empresaria venezolana María Corina Machado:

Cuando se escriba la historia de nuestro tiempo, no serán los nombres de los gobernantes autoritarios los que destaquen, sino los de quienes se atrevieron a resistir. La Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, es la última incorporación a una lista de personas que han defendido la democracia, entre ellas Carl von Ossietzky, Andrei Sájarov y Nelson Mandela. Aquí, analiza los retratos de algunos de los Premios Nobel de la Paz que la precedieron”.

“Cuando se escriba la historia de nuestro tiempo” se dirá que el minúsculo comité de políticos (cinco legisladores, cuatro de derecha) que deciden el Nobel de la Paz se superó cada año en su ridiculez–casi tan ridículo como la telenovela lacrimógena de la hija de Machado, recibiendo el premio en su nombre.

Dirá que fue otro signo de la decadencia de un mundo que se moría y, con él, enterraba todo su prestigio, meritoriamente construido a fuerza de arrogancia, racismo e imperialismo.

Señores del honorable Comité. ¿Es que han perdido el sentido de la decencia? Comparar a María Corina Machado con Nelson Mandela, un luchador contra el racismo y el imperialismo, encarcelado 30 años y definido como terrorista por el mismo imperio intervencionista que promueve a una Rémora que nunca estuvo presa por sus ideas y por su apoyo a golpes de Estado  y mendiga que bombardeen su propio país, es un poco demasiado, ¿o no?

jorge majfud, diciembre 2025

Cipayo’s Company

La congresista María Elvira Salazar, vieja conocida de la mafia de Miami y ahora aliada de Maria Corina Machado por las mismas treinta monedas, le “explica a los estadounidenses que no quieren una intervención en Venezuela”.

El viejo terrorismo de Miami, ahora convertido en terrorismo político, sediento de dinero, sangre y petróleo ajeno, te lo cuenta sin maquillaje, con el descaro de los imperialistas asesinos y genocidas que hoy están aquí y mañana allá, hoy en Palestina y mañana en Venezuela. La sonrisa de la maldad explicando cuánto vale la sangre de no-personas allá lejos. Todo a parir de una simple proyección del terrorismo propio en alguien a quién se quiere remover del poder de un país lejano.
La maldad hecha carne y podredumbre, pero con mucho maquillaje.

La mayoría de los estadounidenses que conozco, de distintas profesiones (desde académicos, empleados de tiendas, dueños de pequeños negocios, soldados veteranos de guerras perdidas), ya no quieren seguir con ese maldito juego imperialista de las invasiones y de los cambios de régimen de gobiernos ajenos bajo excusas hipócritas.

Pero nunca faltan (de hecho, sobran) los cipayos latinos y de las mafias patriotas de los «inmigrantes que llegan buscando la libertad» que desean desesperadamente el sufrimiento de sus hermanos allá en el sur. Como decían los más célebres terroristas tirabombas de Miami, “que sufran, cuánto más sufran mejor”.

Por estos lobbies (el lobby cubano en Washington fue creado en los 80s a imagen y semejanza del lobby israelí, ver «1976. El exilio del terror») América latina y el mundo continúan desangrándose sin pausa―Pero es más fácil echarle la culpa a un régimen desalineado aquí o allá.

La historia les tiene reservado un rincón cloacal.

Jorge Majfud, noviembre 2025.