El argumento a favor de las leyes del femicidio es simple: toda ley (cuando no es solo una expresión del poder) responde a un contexto concreto, no a una situación abstracta e ideal. Hace más de un siglo Anatole France respondió a este problema con la siguiente crítica: “La Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan”. Cuando la ley trata igual a quienes son diferentes está protegiendo la injusticia. Hace ya siglos que la gente con alguna instrucción o sensibilidad social sabe que igualdad no es equidad. Exactamente lo mismo aplica al problema del racismo: https://courier.unesco.org/en/articles/racism-does-not-need-racists
jorge majfud, febrero 2, 2025


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